viernes, 29 de agosto de 2025

Deseo interno

Los seres humanos tienen muchos deseos,

Muchos de esos no pueden ser satisfechos.

Por más que cada uno busque su saciedad,

Ni todos los deseos se convertirán en realidad.

 

Hay deseos guardados en el corazón,

Son deseos que están más allá de la comprensión.

Un deseo diferente, y algo nuevo quiere buscar.

Algo que en ningún lugar se puede encontrar.

 

Ese deseo es el deseo de la vida eterna,

Él dice que hay algo más que esa Tierra.

Un deseo que por el Señor ha sido plantado,

Para que la persona recuerde de buscarlo.

 

Buscando a Dios, la persona va a encontrarlo,

Su deseo interno será finalmente realizado.

Habrá un real sentido en vida,

La persona empezará a sentirse muy viva.

 

La vida en la eternidad, ella empezará a buscar,

Su esperanza en Dios, ella depositará.

El tiempo de su partida, él esperará,

Esperando el día que Dios la llamará.


Este poema es parte del libro Poesía Cristiana volumen V.

Vea el libro:

https://books2read.com/u/4NDwz9

miércoles, 27 de agosto de 2025

La Cámara de Eco

La sabiduría te librará del camino de los malvados de los que dicen palabras perversas … de los que andan por caminos torcidos y por sendas extraviadas. Proverbios 2:12,15

El primer video de Lucas que se hizo viral fue un accidente. Hizo un análisis sincero y humorístico sobre una película de superhéroes y se despertó con cincuenta mil nuevas visualizaciones. La dopamina del reconocimiento fue instantánea y adictiva. En poco tiempo, su canal, “Hablando Claro”, se convirtió en su principal ocupación. Era un joven que amaba la cultura pop, pero también valoraba la bondad, la esperanza y un debate honesto.

Su camino comenzó a cambiar el día que fue invitado a una colaboración en el pódcast “Deconstruye”, presentado por Kael, un influencer famoso por su humor ácido y su desprecio por todo lo que se consideraba “tradicional”. Kael era el rey de la polémica, un maestro en decir cosas perversas con una sonrisa encantadora.

“Lucas, querido, tienes talento. Pero eres… demasiado bueno”, dijo Kael, entre bastidores. “Nadie quiere ver honestidad. Eso no vende. La gente quiere ver el circo arder. Quieren que destruyas, que ridiculices. Ahí es donde está el engagement”.

Kael y su círculo eran la personificación del proverbio. Habían dejado los caminos de la honestidad intelectual para andar por las tinieblas del cinismo. Para ellos, no había verdad, solo narrativas. No había belleza, solo algo de lo que burlarse. Sus caminos eran torcidos, y se regocijaban en practicar el mal, encontrando placer en la perversidad de sus palabras.

Seducido por la promesa de más seguidores y contratos publicitarios, Lucas comenzó a cambiar. Poco a poco, “Hablando Claro” se convirtió en “Hablando Torcido”. Empezó a hacer videos atacando a otros creadores, usando la ironía como arma. Pasó a ridiculizar películas que promovían valores que antes defendía, llamándolas “ingenuas” y “problemáticas”. Se convirtió en un eco de Kael.

El crecimiento fue exponencial. Los números subían, los contratos aparecían. Se mudó a un apartamento de lujo, comenzó a frecuentar fiestas exclusivas, se convirtió en parte del círculo íntimo de Kael. Pero, lejos de las cámaras, algo moría dentro de él.

Las conversaciones con su familia se convirtieron en campos minados.

“Hijo, ese video fue cruel”, dijo su madre después de que él hubiera “deconstruido” el trabajo de una joven artista. “No fue eso lo que te enseñamos”.

“Mamá, no lo entiendes. Es el juego”, respondía él, impaciente.

Su novia, Ana, que lo amaba por su gentileza original, comenzó a distanciarse.

“Ya no te reconozco, Lucas. Te alegras de ser malicioso. Parece que has encontrado placer en… llevar la contraria”.

La frase de Ana lo atormentó. Se estaba, de hecho, convirtiendo en eso. Él y Kael pasaban horas riendo de sus propias “ocurrencias” venenosas, celebrando las “cancelaciones” que provocaban. Estaba en un camino sombrío, pero el brillo de los focos le impedía ver la oscuridad.

El punto de inflexión llegó de forma inesperada. La joven artista a la que había ridiculizado publicó un video en respuesta. No lo atacó. Con los ojos llorosos, simplemente explicó cuánto significaba su trabajo para ella, cómo era un homenaje a su abuela fallecida, y cómo la ola de odio que el video de Lucas generó la había llevado a una profunda depresión.

Viendo ese video, solo en su caro y vacío apartamento, Lucas sintió el peso de sus palabras perversas. Vio el daño real detrás de los números de engagement. Aquello no era un “juego”. Aquello era la vida de alguien.

Miró a su alrededor. La vida que había construido en los últimos meses parecía una farsa. Era un escenario montado sobre el dolor y la humillación de los demás. Recordó quién era antes de conocer a Kael: un joven que encontraba alegría en compartir lo que amaba, no en destruir lo que otros amaban.

Esa noche, hizo algo que no hacía desde hacía mucho tiempo. Oró. No pidió más éxito o seguidores. Pidió liberación. Liberación de sí mismo, del hombre en el que se había convertido.

Al día siguiente, publicó un nuevo video. Sin cortes, sin chistes, sin ironía. Solo él, mirando a la cámara, con el rostro abatido.

“Me equivoqué”, dijo él. “Me perdí en el camino. Dejé que la búsqueda de relevancia me llevara a un lugar oscuro y cruel. Quiero pedir perdón”.

Perdió miles de seguidores en esa hora. Kael y su círculo lo ridiculizaron públicamente, llamándolo débil e hipócrita. Pero, por primera vez en meses, Lucas sintió que estaba volviendo a la luz, al camino correcto. El camino de regreso era solitario y difícil, pero él sabía, con una certeza que no sentía desde hacía mucho, que era el único camino que valía la pena recorrer.

(Hecho con IA)

lunes, 25 de agosto de 2025

Avivamiento

El pueblo del Señor necesita reavivarse,

Así, muchas vidas van a transformarse.

Avivamiento no significa solo ruido,

Significa cambios en el íntimo.

 

El alma de la persona avivada cambiará,

Con todas sus fuerzas, ella clamará.

La persona quedará hambrienta del Señor,

Ella deseará esparcir su resplandor.

 

A mucha gente, ella deseará predicar,

La palabra de Dios, ella va a devorar.

Del Padre, ella quiere acercarse,

Demostrando el significado de avivarse.

 

El que observa el que fue avivado verá la diferencia,

Será posible notar la divina presencia.

Con el avivado, el Espíritu Santo siempre estará,

Y nuevos corazones, Él va a tocar.

 

Ese avivamiento ocurre según la voluntad del Señor,

Para eso pasar, la gente le debe pedir y esperar su favor.

De esa magnífica obra, Dios es el mentor,

Y la persona avivada es solo el ejecutor.


Este poema es parte del libro Poesía Cristiana volumen V.

Vea el libro:

https://books2read.com/u/4NDwz9

viernes, 22 de agosto de 2025

El mensaje de Cristo

Nunca olvide las palabras de Cristo,

No se engañe con lo que ha visto.

Ni todos los que hablan de Jesús,

Siguen verdaderamente el mensaje de la cruz.

Muchos no están viviendo en su luz.


El Señor predicó el mensaje de la humildad,

Instituyó una ley soberana, la ley de la verdad.

El amor entre todos, es lo que Jesús predicó,

Como prueba de amor, Él se sacrificó.


Todos tienen que recordar de su sacrificio,

Saber que, para todos, Dios entregó su hijo.

La gracia de Dios a todos fue concedida,

A través de Cristo los pecadores tuvieron vida.


Jesús advirtió de lo que sucedería,

Habló de falsos maestros que en su nombre vendrían.

Ellos predicarían un evangelio diferente y pervertido,

Sería el evangelio venido del corazón corrompido.

Esos están lejos del Señor Jesucristo.


Toda doctrina siempre debe ser analizada,

La veracidad de su evangelio debe ser testada.

Saber si realmente es el Evangelio venido de Cristo,

O si es otro evangelio distorsionado.


Este poema es parte del libro Poesía Cristiana volumen IV.

Vea el libro:

https://books2read.com/u/mYzAYM

miércoles, 20 de agosto de 2025

El Excavador de Tesoros

Hijo mío, si haces tuyas mis palabras y atesoras mis mandamientos; si tu oído inclinas hacia la sabiduría y de corazón te entregas a la inteligencia … La discreción te cuidará; la inteligencia te protegerá. Proverbios 2:1-2, 11

La pantalla del portátil de Léo brillaba con las palabras que lo atormentaban: “La fe es el abandono de la razón. La religión es el opio del pueblo. Los milagros son la muleta de los ignorantes”. Eran fragmentos de un debate en línea que había visto, y cada argumento escéptico parecía un golpe más a la ya debilitada estructura de su fe.

Creció en la iglesia. Las historias bíblicas eran su canción de cuna. Pero ahora, en la facultad de ingeniería, rodeado de ecuaciones, pruebas empíricas y un cinismo intelectual contagioso, su fe infantil parecía ingenua, frágil. ¿Cómo podía creer en un Mar Rojo abriéndose cuando pasaba el día calculando la resistencia de los materiales?

Su crisis alcanzó su punto álgido cuando a su madre le diagnosticaron una enfermedad degenerativa. Oró como nunca. Pidió, suplicó, ayunó. Y la condición de ella solo empeoró. El silencio de Dios era ensordecedor.

En una noche de frustración, abrió la Biblia que no había tocado en meses, casi como un desafío. Quería encontrar un fallo, una contradicción que le diera el permiso para rendirse de una vez por todas. Sus dedos hojearon las finas páginas y se detuvieron en Proverbios. Leyó: “Hijo mío, si haces tuyas mis palabras y atesoras mis mandamientos; si tu oído inclinas hacia la sabiduría y de corazón te entregas a la inteligencia; si la llamas y pides entendimiento; si la buscas como a la plata, como a un tesoro escondido, entonces comprenderás el temor del Señor y hallarás el conocimiento de Dios”.

La imagen lo tomó por sorpresa. Buscar como a la plata. Rebuscar como a un tesoro escondido. Él nunca había hecho eso. Su fe era un bien heredado, un mueble antiguo en la casa de su mente, que nunca se había molestado en pulir o examinar de cerca. La aceptaba pasivamente, y ahora la descartaba pasivamente.

Esa noche, Léo tomó una decisión. No iba a abandonar su fe. Iba a excavarla.

Compró cuadernos, bolígrafos de colores y se sumergió en las Escrituras con la misma metodología que usaba para estudiar cálculo. Comenzó a leer no solo versículos, sino capítulos y libros enteros, buscando contexto. Anotaba sus dudas, sus frustraciones, sus preguntas. Donde la Biblia parecía contradictoria, investigaba a fondo, leía comentarios de teólogos, estudiaba la historia y el lenguaje originales. Clamaba por entendimiento en sus oraciones, ya no pidiendo curas milagrosas, sino sabiduría.

“Señor, ayúdame a entender”, era su nueva plegaria.

Sus amigos de la facultad se burlaban.

“¿Perdiendo el tiempo con cuentos de hadas, Léo?”

Pero él no estaba perdiendo el tiempo. Estaba encontrando algo.

El tesoro que desenterró no era un cofre de respuestas fáciles. El tesoro era el propio carácter de Dios, que se revelaba entre líneas. Vio a un Dios que no era un mago cósmico, sino un Padre soberano que caminó con Job en el dolor, que usó la duda de Tomás para revelar Su gloria y que lloró en la tumba de Lázaro antes de resucitarlo.

Entendió que la fe no era el abandono de la razón, sino qué hacer cuando la razón alcanza su límite.

Cierta tarde, estaba en el hospital, leyendo el libro de los Salmos en voz alta para su madre. Ella dormía, el rostro sereno a pesar del dolor. La enfermedad no había retrocedido. Pero la paz que Léo sentía ya no dependía de eso. Mientras leía, se dio cuenta de que un médico joven lo observaba desde la puerta.

“Es difícil”, dijo el médico, con empatía. “Pasar por esto”.

“Sí, lo es”, respondió Léo. “Pero encontré un escudo”.

El médico frunció el ceño.

“¿Un escudo?”

“La certeza de que, aunque no entienda el ‘porqué’, conozco al ‘Quién’. Conocer a Dios, su carácter, su bondad… eso me guarda de caer en la desesperación. Me libra del camino del hombre malo, que, en este caso, sería la amargura”.

El médico, un hombre de ciencia, se quedó en silencio por un momento, procesando las palabras.

“Me gustaría tener un escudo así”, confesó en voz baja.

Léo miró a su madre, luego al libro en su regazo. La búsqueda había valido la pena. No había encontrado oro ni plata, sino algo infinitamente más valioso. Había buscado entendimiento y encontró la prudencia. Había clamado por sabiduría y recibió el conocimiento de Dios. Y ese tesoro, ahora lo sabía, nadie podría robarlo. Era su escudo. Para siempre.

(Hecho con IA)

lunes, 18 de agosto de 2025

La enfermedad del rey

Por una enfermedad, Ezequías fue afligido,

Él consultó al profeta para saber su destino.

Y el Señor reveló su palabra,

Su muerte ya estaba determinada.


El rey se quedó entristecido y mucho oró,

Recordando de sus trabajos para el Señor,

En ese mismo momento, el rey mucho lloró,

Él sabía que su tiempo acabó.


Pero pronto vino la palabra del Señor,

Diciendo que oyó la oración de su siervo.

A sus lágrimas, el Señor se atentó,

La cura para la enfermedad, el Señor ejecutó.

Y a su vida, quince años, añadió.


Un gran regalo le fue concedido,

El Señor prometió librarlo del enemigo.

Para confirmar el milagro, él pidió una señal,

Ezequías pidió a Dios que retrasara el sol.


El pedido fue hecho a Dios por el profeta Isaías,

Dios atendió al pedido del rey Ezequías.

Él pudo ver la fidelidad del Señor,

Que en ningún momento lo abandonó.


Este poema es parte del libro Poesía Cristiana volumen IV.

Vea el libro:

https://books2read.com/u/mYzAYM

viernes, 15 de agosto de 2025

Anunciando las buenas nuevas

Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas.

Esa es la instrucción que Jesús nos dio,

Él es la buena nueva que Dios prometió.

Debemos llevar eso a todo el mundo.

Para que puedan recordarse del cordero que pereció.


Él murió para todo el mundo ser salvado,

Para que tengamos la oportunidad de ser renovados,

Y ser limpios de todo pecado.

Con una nueva vida en Jesucristo,

Debemos anunciar su salvación por el mundo.


Muchos están perdidos y sin dirección.

Precisando de una palabra de amor.

Algo verdadero que toque al corazón.

El evangelio de Cristo tiene ese poder.

El poder para que todos sean liberados,

Poder para que todos sean curados.


Para que la gente pueda conocer a Jesús,

Apenas depende de mí y de usted.

Precisamos anunciar el mensaje,

Así, en Cristo, muchos podrán creer.

Librándose del mundo que les hace sufrir,

Yendo hacia Dios que los va a proteger.


Ahora ya sabemos lo que debemos hacer:

Ir por todo el mundo y hablar de Jesús,

Dando testimonio del sacrificio de la cruz.

Tomando la gente de las tinieblas y llevando a la luz.


De esa manera, el mundo puede cambiar.

Rescatando las almas que están perdidas.

Así, muchas vidas se van a salvar,

Y en la eternidad, juntos, todos vamos a estar.


Este poema es parte del libro Poesía Cristiana volumen I.

Vea el libro:

https://books2read.com/u/3LdEKw

Presentación

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Dios bendiga a todos. He creado este blog con la intención de publicar mis poemas inspirados por Dios a través de su Espíritu Santo, que act...