Para siempre te voy a amar,
Este amor, todo el tiempo, deseo demostrar.
Su amor es una realidad.
La vida contigo será por toda la eternidad.
No hay nadie que nos pueda separar.
El Señor me eligió para a su lado estar.
Todo el tiempo te quiero adorar.
Una adoración pura y verdadera,
Un sentimiento que no ve barrera.
Tengo ganas de salir y gritar:
¡Jesús! ¡Para siempre te voy a amar!
Yo te amo por el regalo que me dio.
En medio de un mundo de pecados, me eligió.
Jesús es mi mejor amigo,
Todo el tiempo está conmigo.
Un amor así es imposible encontrar.
El amor del mundo te quiere engañar,
Pues te aman de acuerdo con lo que puede dar.
Con Jesús, no hay nada de eso.
Él solo quiere mi compromiso.
Siempre fiel, tengo que estar,
De todo el mal me voy a desviar.
El Señor me da fuerzas para eso.
Alejando el mal del enemigo.
Y poniéndome en un buen camino.
Este es el único camino que estaré,
En la vida eterna con Dios, yo habitaré.
Alabanzas a Él, siempre cantaré.
En plena felicidad, yo estaré,
Pues sé que nunca moriré.
Por este regalo maravilloso, voy a agradecer.
Tal maravilla, ningún otro puede conceder.
Jesús, te adoro y te alabo con todo mi ser.
Contigo, la muerte, voy a vencer,
Más una vez yo agradezco:
Gracias, mi Señor, por mi elección.
Este poema es parte del libro Poesía Cristiana volumen II.
Vea el libro:
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