Señor Dios, en un lindo trono celestial está,
Un trono en el cual muchas bendiciones se irradian.
En este trono, toda la Tierra, Él está a observar.
El Señor mira, ve y sabe todo.
Nada de lo que ocurre le puede escapar.
Solamente el Señor Dios en todo el mundo está.
Un mundo que parece no tener rumbo,
La gente vaguea muy débil y confusa.
Todos necesitamos de tu ayuda.
El Señor es el único que tiene el verdadero poder,
Un poder que a todo y todos puede transformar.
Para que eso pase, debemos obedecer y creer.
Este poema es parte del libro Poesías diversas volumen I.
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