Maravillosa gracia! (que dulce sonido)1
Que salvó a un desdichado como yo!
Una vez estuve perdido, pero ahora he sido hallado
Era ciego, pero ahora puedo ver.
Fue la Gracia la que le mostró a mi corazón el Temor,
Y la Gracia la que alivió mis temores;
Que preciosa pareció aquella gracia
La hora en que creí por primera vez!
A través de muchos peligros, esfuerzos y trampas
he pasado;
Es la Gracia la que me ha mantenido a salvo todo este tiempo,
Y la Gracia la que me guiará a casa.
El Señor me ha prometido el bien,
Su Palabra asegura mi esperanza;
Él será mi Escudo y mi Destino (?),
Tanto como mi vida dure.
Sí, cuando esta carne y este corazón fallen,
Y la vida mortal cese,
Poseeré, dentro del velo (?),
Una vida de alegría y paz.
La tierra pronto se disolverá como la nieve,
El sol se abstendrá de brillar;
Pero Dios, el cual me llamó aquí abajo,
Será mío para siempre.
Maravillosa gracia! (que dulce sonido)
Que salvó a un desdichado como yo!
Una vez estuve perdido, pero ahora he sido hallado,
Era ciego, pero ahora puedo ver.
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