martes, 21 de junio de 2022

Tocándome

Estaba tan solo y tan cansado,
Necesito alguien para ayudarme.
Una luz, una dirección, un compañero,
Para siempre estar a mi lado.

Alguien para me ayudar y enseñar,
Que tenga paciencia conmigo y sea mi amigo,
Guiándome por el mejor camino,
Haciendo que mi alma se pueda salvar.

Solo hay una persona que puede hacerlo,
Él es el Rey de los reyes, el Señor Jesucristo.
Tocándome, toda mi vida va a cambiar.
Tu preciosa sangre ha sido derramada,
Para que mis transgresiones sean perdonadas.

Con Cristo no estoy solo,
Tengo la verdadera luz en mi camino.
Él siempre me va a guiar,
De tu presencia no me voy a alejar.
Pues en la eternidad con Cristo, quiero estar.


Este poema es parte del libro Poesías diversas volumen I.

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