Una escalera, estoy subiendo,
Cada día, subo un peldaño.
Busco hacer siempre el bien,
Y desviarme del mal y engaño.
La subida no es fácil,
Muchos obstáculos surgen en el camino,
Mismo con la dificultad, estoy tranquilo.
Pues, sé que no estoy solo.
Existe alguien que me protege,
Él siempre cuida de mi caminar,
Y si yo desanimar, Él extiende su mano,
Para siempre me levantar.
Él siempre levántame más alto,
Conduciéndome a la victoria.
Que Dios siempre esté conmigo,
Cubriéndome con su gloria.
Este poema es parte del libro Poesías diversas volumen I.
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