Gracias, mi Señor, por mi vida,
Todos los días me bendice,
Son muchas bendiciones concedidas.
Gracias por mi caminar,
Pues el Señor siempre guíame,
Y todos los días, me hace despertar.
Gracias por mi alimento,
El Señor llena mi granero,
Y nunca falta el mantenimiento.
Gracias por ser misericordioso,
Pues miró hacia mí,
Y me ha salvado de un mundo desastroso.
Gracias por el perdón.
Me ha liberado de la ira y castigo,
Y me dio un nuevo corazón.
Gracias por me amar,
Un amor tan grande y maravilloso,
Que la vida eterna me va a dar.
Este poema es parte del libro Poesías diversas volumen I.
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