A veces, estamos muy tristes,
Muchas veces, cuestionamos si Dios existe,
Pensamos que estamos solos.
Que no hay nadie por nosotros.
De esa manera, no debemos pensar,
Pues hay un Dios para nos salvar,
Él viene y quiere oírnos hablar:
¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!
Alaben a Dios de todo el corazón,
Él nos dará un gran galardón.
Nuestras bendiciones serán tan inmensas.
Dios nos provee con muchas recompensas,
Por todo lo que Él da nos, debemos siempre alabar:
¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!
Tus pasos, deje a Dios les guiar,
Él tiene lo mejor para dar.
Él sabe lo que debemos hacer,
Sabe cómo las cosas deben ser.
Dios tiene un óptimo plan para usted,
Para realizarlo, en Él, usted necesita creer.
Crea y nunca pare de adorar.
Alabe a Dios, así, Él te va a bendecir...
¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!
Toda vez que usted a Él alabar,
El Espíritu Santo en ti habitará.
Contigo, Dios siempre está,
Tu boca le va a exaltar,
Y la gloria de Dios llenará el lugar,
¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!
Muchas maravillas, Dios va a operar,
Curas y milagros, Él hará.
La vida de todos, Él va a transformar,
Las almas hacia el paraíso, Él guiará.
En este maravilloso lugar,
Alabanzas a Él vamos a entonar...
¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!
Este poema es parte del libro Poesías diversas volumen I.
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