Por mucho tiempo la nación de Israel pecó,
Anduvieron en pecado, olvidándose del Señor.
Contra Dios, hicieron lo que era errado,
Haciendo nuevos altares en todos los lados.
El pueblo construyó toda clase de estatua,
Quemaban incienso en toda mata.
Hacían todo lo que Dios había prohibido,
Siguiendo a toda clase de dios e ídolo.
Todo aquel pueblo, el Señor advirtió,
Pero el consejo de los profetas, nadie oyó.
Ellos siguieron haciendo como otras naciones,
Viviendo todo el tiempo practicando abominaciones.
El pueblo hizo muchas imágenes de fundición,
Quemó a sus hijos practicando abominación.
Creían en presagios y adivinación.
Poniendo grandes pecados en el corazón.
Hasta mismo la tribu de Judá también pecó,
El Señor mucho se enojó y de todos se alejó,
Todo el pueblo de Israel fue llevado al cautiverio,
Pagando sus grandes pecados que cometieron.
Este poema es parte del libro Poesía Cristiana volumen IV.
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