Toda la creación de Dios es tan maravillosa,
Todo lo que Él hizo tiene una función provechosa.
La naturaleza, con todas sus particularidades,
Solo pudo ser creada por una gran genialidad.
Son detalles imposibles de ser reconstruidos,
Son las estructuras vitales de todos los seres vivos.
Ni todo el conocimiento humano podría crear,
Solo el Dios Todopoderoso para todo diseñar.
En el diseño, Dios esboza su gran perfección,
Mostrando al ser humano la naturaleza de su corazón.
El Señor tiene un corazón muy amoroso,
Creando un mundo perfecto para su pueblo.
En aquel mundo vacío, algunos humanos, colocó,
Pronto aquel pueblo se multiplicó.
Y el ser humano comenzó a explorar la tierra,
Usando el agua, las montañas y la hierba.
El ser humano vio que su actividad era lucrativa,
Y decidió que, con eso, se ganaría la vida.
Siguió explorando lo que Dios dejó,
Con la renovación de la tierra, no se preocupó.
Por causa de la avaricia, el mundo está condenado,
Todos los recursos naturales serán agotados.
El ser humano destruyó el mundo perfecto del Creador,
Acabando con un gran proyecto de amor.
Este poema es parte del libro Poesía Cristiana volumen VII.
Vea el libro:
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