Todos los días que despierto tengo motivos para agradecer,
Doy gracias a Dios por un día más poder vivir.
Es por su maravillosa gracia que puedo levantarme,
Si no fuera por el Señor, no podría despertarme.
Solo Dios puede siempre guardarme,
Por sus maravillosos caminos, Él va a guiarme.
El Señor hace esto no porque yo sea merecedor,
Dios lo hace todo para que pueda ver su amor.
El amor que Dios tiene va mucho más allá de nuestra razón,
Un amor tan fuerte que habla directo a mi corazón.
Mi corazón desea clamar para agradecer,
Alabando a Dios todos los días por su proceder.
Gracias, Señor, por estar siempre a mi lado,
Te agradezco, Dios, por el perdón de todos los pecados.
Doy gracias a Ti por tener cada día mi alimento,
Agradezco al Señor por cada fase de mi crecimiento.
Este poema es parte del libro Poesía Cristiana volumen VII.
Vea el libro:

No hay comentarios:
Publicar un comentario