Las reuniones del pueblo de Dios se deben divulgar,
Para que el nombre de Cristo, ellas puedan llevar.
El nombre de Dios, mucha gente necesita conocer.
En una reunión, quedará fácil aprender.
La reunión es para una audiencia nueva llegar,
Más cerca de Dios, todos podrán estar.
Entendiendo bien la palabra del Señor,
Teniendo una dirección, un enseñador.
El maestro estará ahí para cuidar,
Las dudas que surjan, él esclarecerá.
El proyecto de la reunión, él va a completar,
Todos los alumnos, él va a acompañar.
La persona acompañada se va a fortificar,
En la palabra de Dios, ella se va a firmar,
El nombre de Jesús, la persona confesará,
Y una vida nueva al lado de Dios, ella tendrá.
Mucha gente, la reunión ayuda a salvar,
Por lo tanto, esa idea se debe multiplicar.
Así serán alcanzadas más vidas,
Y mucha más gente va a ser bendecida.
Este poema es parte del libro Poesía Cristiana volumen III.
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