Nadie sabe qué pasará mañana,
Ninguna persona sabe que va a pasar.
La gente puede mucho planificar,
Y mañana ni siquiera llegará.
Nadie sabe la hora que va a morir,
Nadie sabe hasta qué momento va a vivir.
Todos saben que la muerte va a acontecer,
En el momento que no se espera,
Ella nos puede sorprender.
Hoy puede ser tu último día,
Mañana, puede ser que no tenga vida.
¿Será que usted morirá con alegría?
¿Será que usted hizo todo lo que quería?
En la vida, es posible hacer muchas cosas,
Ganar mucho dinero, ser importante.
Ser una persona genial, ser brillante.
Pero en una cosa es necesario pensar:
Y después de morir, ¿todo se va a acabar?
¡La respuesta a esta cuestión es no!
Tu vida no acaba cuando muere.
Por lo menos no tu vida espiritual.
Ella seguirá eternamente,
Independiente de haber sido bueno o malo.
Si ha sido bueno y salvado por Dios,
Al paraíso, su alma llegará,
Con alegría, el Señor te recibirá.
Pero si no ha sido salvado por Dios.
Algo muy malo sucederá.
En el tormento eterno, te van a echar,
Y de ahí, usted jamás saldrá.
Elija con cuidado cómo conducir la vida.
En este mundo no hay nada cierto.
Hoy está bien y vivo,
Y mañana puede ser que esté en el infierno.
No deje Dios para después,
Usted no sabe qué pasará.
No espere el futuro para cambiar,
Porque el futuro, puede ni llegar…
Este poema es parte del libro Poesía Cristiana volumen III.
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