Algunas veces, la vida sigue por caminos no planeados,
No ocurre lo esperado, ocurre lo que no fue deseado.
Inicialmente, quedamos inquietos y sin entender el motivo,
Queremos saber el porqué de ocurrir aquello.
Quedamos tristes, nerviosos y disgustados con la situación,
Queremos saber el motivo, buscamos una explicación.
Y por más que intentemos, no seremos capaces de explicar,
Por más que deseamos, a ninguna conclusión vamos a llegar.
Por algún tiempo quedamos frustrados y muy angustiados,
Pero eso pasa y pronto luchamos para que todo sea solucionado.
La solución para aquello que parecía imposible es encontrada,
Finalmente, podemos descansar, nuestra angustia fue aliviada.
Después de algún tiempo, alguien llega con un problema parecido,
Inmediatamente pensamos: “Puedo ayudar, ya pasé por eso.”
Ayudamos aquel que estaba triste y sin saber lo que haría,
Le damos fuerza, somos su apoyo y él puede seguir la vida.
Después de eso, todo el contexto se encaja y hace mucho sentido,
Pasamos por algo malo para que algo fuera aprendido.
Dios enséñanos cómo lidiar con una situación complicada,
Para que, a través de nuestra ayuda, otra vida fuera transformada.
Este poema es parte del libro La vida a través de las palabras.
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