Hay muchas iglesias que tienen un servicio bizarro,
Un servicio confuso con la gente cayendo por todos lados.
Parece no haber ninguna orden ni decencia,
La gente grita y berrea sin ninguna reverencia.
Los pastores dicen que todo es parte del “sobrenatural”,
La iglesia no sigue la palabra de Dios, sigue el emocional.
Para ellos, lo importante es ver a toda la gente caída,
Ésta es la señal que la unción está siendo recibida.
La única cosa que esa “unción” hace es mostrar el ridículo,
La gente queda en un trance, un acto que no es bíblico.
Otros caen y empiezan a gritar, berrear y patear,
Viendo eso, muchos van a cuestionar: ¿Dios está en este lugar?
Según la palabra del Señor, Él no está en la confusión,
El Señor habita en cada uno, en el culto racional de adoración.
El culto agradable al Señor es el que ocurre con mansedumbre,
Donde el Espíritu Santo vendrá calmadamente hablar en cada corazón.
El Espíritu Santo hablará lo que cada persona debe oír,
Con su mansa y suave voz, él ayudará el cansado a proseguir.
Con esa orden y decencia, el corazón del Señor se va a agradar,
Adorándolo decentemente, su presencia permanecerá.
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