Infelizmente, la mayoría de las iglesias creó un nuevo “dios”,
Él es una mezcla de los dioses paganos con el Dios de los judíos.
Es un dios nuevo, moderno, diferente, un dios gratificador,
Un dios que obedece las palabras que la persona habló.
Para los seguidores de ese dios, la salvación queda en último lugar,
En la vida de los fieles, la única preocupación es lucrar y ganar.
Dentro de sus iglesias no se habla palabras como: amar y ayudar,
La única cosa que enseñan es que el creyente debe prosperar.
Ellos están cerca de Dios con sus labios, pero lo niegan en el corazón,
Todos ellos ya se olvidaron del sacrificio de Cristo para la salvación.
Algunos de ellos están prácticamente vendiendo la Gracia del Señor,
Extorsionan a los fieles diciendo que el paraíso es para quién pagó.
Y cuando una persona habla contra, es considerado un apóstata,
Aquellos que defienden la palabra de Dios no son considerados.
Nadie puede levantarse y hablar contra el “ungido” del Señor,
Aun dicen que si el líder está allá, ha sido Dios quien lo puso.
Y que solamente el Señor tiene el derecho de juzgar y condenar.
¡Señor Dios! Siguiendo así, ¿adónde vamos a parar?
Son tantas mentiras que los incrédulos no quieren acreditar.
Los falsos maestros están llevando la gente a la perdición,
Señor, levanta gente verdadera, gente según su corazón.
Gente que solo habla las palabras dichas y enseñadas por el Señor,
Gente llena del Espíritu Santo para testificar la venida del Salvador.
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