Hay un lugar donde no existe desigualdad, miseria ni pobreza,
Hay un lugar donde no existe ningún llanto, lamento ni tristeza.
Hay un lugar donde no existe ninguna injusticia ni corrupción,
Hay un lugar donde no existe ninguna decepción ni desilusión.
Hay un lugar donde no existe la incertidumbre acerca de lo que ocurrirá,
Hay un lugar donde no existe la preocupación con lo que vendrá.
Hay un lugar donde no existe nada que nos pueda incomodar,
Hay un lugar donde no existe nada para nuestra paz quitar.
Hay un lugar donde no existen tiempo ni prisa,
Hay un lugar donde no existe la pérdida del sentido de la vida.
Hay un lugar donde no existe noche para traer la ofuscación,
Hay un lugar donde no existe miedo para afligir el corazón.
Hay un lugar donde no existe la necesidad del bien material,
Hay un lugar donde no existe toda la codicia ni su mal.
Hay un lugar donde no existe dinero ni nada es comprado,
Hay un lugar donde no existe ninguna forma de trabajo.
Hay un lugar donde no existe la voluntad de salir de donde está,
Hay un lugar donde no existe el miedo de un día todo acabar.
Hay un lugar donde no existe la opción de vivir sin se alegrar,
Hay un lugar donde no existe nada que impida Dios de te abrazar.
Este poema es parte del libro La vida a través de las palabras.