Las cosas del mundo te quieren encantar.
Son mostradas cosas bellas que tratan de ilusionarte.
Usted piensa: ‹‹¡Todo es lindo y maravilloso!››
Pero todo es una gran trampa del enemigo.
Pues con su vida él quiere acabar.
El primer paso es desviarte de la iglesia.
De todas maneras, un mundo bello, él te va a mostrar.
En la tele, radio, Internet, amigos o mismo en la calle.
Él hace de todo para alejarte del camino de Dios.
Así, su vida, él podrá tocar.
Al tocarte, no será un toque suave.
Será un toque que te lleva a la muerte.
Poco a poco, en algo, él te va a enviciar.
Así, lejos de todos, usted se quedará.
Y su vida, él va a arruinar.
Y un vicio te lleva al otro.
Cuando perciba, parecerá un muerto.
Su cuerpo fue casi destruido.
Muchas veces usted se pregunta:
¿Cómo aún puedo estar vivo?
Usted está vivo, pues Dios te amó.
Y de la muerte, muchas veces, Él te libró.
En usted, el Señor siempre creyó.
Creyó que un día usted iba a cambiar,
Para sus brazos cariñosos iba a regresar.
Con su padre maravilloso se reconciliar.
¡Dios nunca te va a abandonar!
Por más que parezca que todo está perdido,
¡No desista! Pues usted es hijo del Todopoderoso.
Arrepiéntete del mal de todo el corazón.
Y el Señor extenderá su mano.
Del abismo profundo, Él te va a elevar.
En un lugar limpio y renovado, Él te va a dejar.
Los pecados y errores, Dios va a borrar.
Para que una vida nueva pueda empezar.
Una vida de paz al lado del Señor,
Profesando a Jesucristo como su único Salvador.
Recordándote siempre de donde Él te sacó.
Agradeciendo todos los días por su gran amor.
Este poema es parte del libro Poesía Cristiana volumen I.
Vea el libro:
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