Salomón era un rey con mucha sabiduría,
Fue poderoso en todos sus días.
Con él, nadie se podía comparar,
Con su sabiduría, nadie podía disputar.
El reino estaba calmado y prosperaba,
Una vida abundante, Salomón llevaba.
Con muchas mujeres él se casó,
Y muchas concubinas, él tomó.
Eran muchas mujeres para controlar,
Eran mil las que se podían contar.
Con todas ellas, Salomón se apegó,
Y empezó a desobedecer al Señor.
Las mujeres lo llevaron a sus abominaciones,
Haciendo que siguiera sus dioses e instrucciones.
El corazón del rey fue siendo contaminado,
Por Dios, este comportamiento fue reprobado.
Contra Salomón, muchos enemigos se levantaron,
Guerra contra su reinado, ellos declararon.
Salomón estuvo en un gran aprieto,
Y sabía que estaba acabando su tiempo.
El Señor dijo que él no más reinaría,
Y que el trono hacia otro rey pasaría.
Tiempos después, lo que el Señor dijo, sucedió,
No demoró mucho, y Salomón murió.
Este poema es parte del libro Poesía Cristiana volumen IV.
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