sábado, 8 de abril de 2023

Fuera del camino

Los que andan en los caminos del Señor,
Todos los días reciben su amor.
Dios los protege de toda la devastación,
Entregando todos los enemigos en su mano.
 
No hay nada que le pueda tocar al ungido,
Por el Señor, él está grandemente protegido.
El Señor está al frente de su vida,
Llevándolo por las manos, evitando su caída.
 
Si del camino, la persona se desviar,
De esa actitud, el Señor no se agradará.
La protección sobre la persona, Él quitará,
Su protección poderosa cesará.
 
Sobre él, todos los enemigos vendrán,
Todas sus posesiones tomarán.
No habrá nada que él pueda hacer,
Dios no estará allí para le proteger.
 
Es terrible desviarse del Señor,
No hay nada peor que vivir sin su amor.
Quien lo hace, anda por muchos caminos dolorosos,
Siendo una gran vergüenza entre los pueblos.
 
Para que las cosas malas paren de suceder,
De sus malos caminos, cada uno debe retroceder.
Todos los pecados deben ser confesados,
Y por el Señor, todos serán perdonados.
 
A los caminos del Señor, se debe regresar,
Y todo lo que es malo irá a cesar,
Y contra todos los males, el Señor protegerá.


Este poema es parte del libro Poesía Cristiana volumen I.

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