Si con mis hermanos, yo no repartir.
Puedo tener todo, y para nada va a servir,
Seré un hombre muy rico y solitario,
Y no tendré nadie a mi lado.
Seré una persona muy egoísta,
Que no ve quien está necesitado.
Viviendo en un mundo aislado,
Amando a todo lo que fue conquistado.
Muchas cosas, yo puedo buscar,
Y los hermanos, yo debo ayudar.
Para que juntos, podamos aprovechar,
El amor fraternal, vamos a mostrar.
Jesús enseñó que debemos compartir,
Para que otros pudiesen sonreír.
No siendo una persona mezquina,
Pero una que se importa con las vidas.
El propio Dios, la salvación compartió,
La gente pobre y pecadora, Él amó.
El gran amor, a todos demostró,
Para que entre los hermanos, se esparza el amor.
Este poema es parte del libro Poesía Cristiana volumen II.