Algunas personas nos pueden lastimar,
Con nuestros sentimientos, ellos pueden juguetear.
No se importan en causar destrucción,
No se importan con nuestro corazón.
A veces, nos gusta la persona equivocada,
A esta persona, nuestra vida es dedicada,
Pero ella no hace retribución de lo que ha sido dado.
La persona siempre nos deja lastimados.
Nuestro corazón se va cerrando,
El odio a toda la gente, juramos.
Decimos que no vale la pena amar,
Y que todos solamente nos van a dañar.
Existe alguien que verdaderamente nos puede amar,
Aquel que dio su vida para a todos salvar,
Mismo no mereciendo, Él nos ha dado su amor,
Este no es otro, sino Jesús, nuestro Señor.
Dios nunca nos va a decepcionar,
Su fidelidad, Él siempre nos va a dar.
Con nosotros todo el tiempo, Él va a estar.
Con usted, todos los días, Él se preocupará.
No destruya el amor en tu vida,
Crea: hay un Dios que te ama todos los días.
Su vida, Él siempre va a guardar,
Y para todo siempre, Él te va a amar.
Este poema es parte del libro Poesía Cristiana volumen III.
Vea el libro:
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