sábado, 30 de julio de 2022

Los últimos egipcios

El Señor sacó su pueblo de Egipto,
Conduciéndolos en el desierto por un buen camino.
Durante el día, una columna de nube los guiaba,
En la noche, era una columna de fuego que alumbraba.

Los egipcios intentaron seguir el pueblo,
Hubo en aquella tierra un gran alboroto.
El Señor prometió que su pueblo estaría a salvo.
Ellos hicieron todo como Dios había hablado,
Acamparon en el lugar que fue señalado,
Esperando el momento que Dios iba a ser glorificado.

Frente al mar, Moisés clamó al Señor,
Un gran viento oriental, Dios ordenó.
El mar se abrió y pasaron a la tierra seca.
Los egipcios también intentaron pasar,
Pero el Señor hizo su ejército retrasar,
En los israelitas, ellos no pudieron llegar.

A través del mar abierto, el pueblo cruzó,
Y a los egipcios, toda aquella agua sumergió.
En aquel día, supieron que Dios es el Señor.
De la mano de todos los egipcios, Dios los libró,
Sobre los impíos, su nombre glorificó.

En el desierto, los israelitas fueron a caminar,
Mismo viendo las señales de Dios, empezaran a quejarse.
Todos se quejaban que no tenían alimento,
Moisés clamó al Señor, y el alimento, Él envió.
Todo el pueblo quedó satisfecho.

En una pelea, el pueblo se involucró,
Moisés fue al monte a orar a Dios,
Su pueblo, el Señor hizo ganar.
Bastaba la mano de Moisés se elevar,
Aarón y Jur, estaban con él para ayudar,
Y la primera pelea, ellos pudieron ganar.

Dios era el brazo fuerte de Israel,
Cuidaba de su pueblo noche y día,
No había nada que debían temer,
Pues de todo, el Señor les iba a proteger.


Este poema es parte del libro Poesía Cristiana volumen II.

sábado, 23 de julio de 2022

Los iconos populares

Algunos no están preocupados por el Señor,
Están preocupados en mostrar su valor.
Al revés de ir a todos los lugares evangelizar,
Ellos quedan disputando lo que van a ganar.

El premio que disputan no son almas para salvar,
El premio es ser el pastor más popular.
Como grandes celebridades, los pastores quieren ser,
El trabajo para ganar vidas, ellos no quieren hacer.

Ellos compran horarios en las redes de televisión,
Haciendo lo posible para maximizar su exhibición.
De sus ovejas, ellos empiezan a olvidar,
Con el tiempo, están pensando en enriquecer y ganar.

La riqueza y el poder, ellos tratan de alcanzar,
Durante los servicios empiezan a comercializar.
Para los fieles, muchos productos van a ofrecer,
Diciendo que todo es para la obra crecer,
Pero ningún dinero, aquella iglesia va a obtener.

Estos hombres siempre piden grandes contribuciones,
Siempre diciendo que habrá muchas bendiciones.
El evangelio de la humildad y salvación no quieren predicar,
Solamente desean a su fortuna aumentar.

De estos tipos de hombres, busque se desviar,
Busque aquellos que la verdad desean predicar.
Prefiera aquel pastor humilde y no el icono popular,
Porque Cristo ha sido humilde para nos salvar.


Este poema es parte del libro Poesía Cristiana volumen III.

viernes, 15 de julio de 2022

Libertad

Yo soy libre para adorarte,
Soy libre para alabarte.
Soy libre para glorificarte,
Soy libre para amarte.

Gracias, Señor, por esa libertad.
Puedo hacer todo por Ti.
No hay nada que me pueda impedir.
A su lado, siempre voy a seguir.

Un día, el Señor me liberó,
Del mundo, me separó.
Su gloria, Él me mostró.
Y su amor vino y me tocó.

Del pecado, el Espíritu Santo me convenció.
De mis errores, mi alma se arrepintió.
Ahora, soy uno de sus amados.
Alabo y amo al único y verdadero Dios.


Este poema es parte del libro Poesía Cristiana volumen II.

jueves, 7 de julio de 2022

Como nosotros

Si Jesús fuera como nosotros y tuviese nuestro corazón,
Él pensaría solo en sí mismo y no en los hermanos.
Jesús no saldría todos los días de su vida para predicar,
Él iba a preferir quedarse en casa en su sofá.

Si Él fuera como nosotros, desearía estar actualizado,
Iba a comprar un móvil caro y no ayudaría al necesitado.
Jesús iba a trabajar para comprar lo que es moda,
No iba a dar dinero para la verdadera obra.

Si Jesús fuera como nosotros, no saldría del Facebook,
Compartiría fotos mostrando la túnica y el nuevo look.
Él iba a quedar en WhatsApp hablando con todos,
Pero Él no saldría para curar los enfermos del pueblo.

Si Él fuera como nosotros, toda la gente, Él iba a juzgar,
En su habla, Él no pensaría si la palabra puede dañar.
Él nunca aceptaría cuando le fuera pedido el perdón,
En contra, quedaría resentido y lo guardaría en el corazón.

Si Jesús fuera como nosotros, no moriría para nos salvar,
Él quedaría tranquilo, pues por los malos no se iba a sacrificar.
Si fuera como nosotros, Jesús ni vendría a este mundo,
Pues no iba a querer vivir aquí con tantos absurdos.

Pero... Jesús no es como nosotros, Él es maravilloso,
Mismo que no merezcamos, Él ama a su pueblo.
La primera preocupación de Cristo es su rebaño pastorear,
Él no medía distancia ni pensaba en ganar para predicar.

Jesús es tan maravilloso que se dio por mucho amar,
Jesús es tan maravilloso que nos escogió para salvar.
Jesús es tan maravilloso que perdona cuando el pueblo yerra,
Jesús es tan maravilloso que lleva a los suyos a la vida eterna.


Este poema es parte del libro Poesías diversas volumen II.